La plaza de un rebelde, por María Arranz

Quién le iba a decir a Arturo Barea, autor de la célebre trilogía de La forja de un rebelde, todo un símbolo de la narrativa del exilio español, que la historia sobre cómo consiguió que una plaza llevara su nombre en Lavapiés comenzaría en un Duty Free del Aeropuerto de Barajas. Fue allí donde Yolanda Sánchez –trabajadora del Duty Free en cuestión y apasionada de la literatura de Barea– se encontró con William Chislett –investigador, antiguo corresponsal de The Times en Madrid y uno de los grandes divulgadores de la figura y la obra del escritor español– en la primavera de 2015.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/03/01/madrid/1488385028_101459.html