El Gobierno está contentísimo después de emitir deuda en los mercados por valor de 27.000 millones de euros hasta la fecha en enero, la segunda cifra mensual más alta desde el inicio de la crisis del euro hace ya más de tres años y casi el 10% de las enormes necesidades financieras para este año. Y logró colocar 7.000 millones de euros a 10 años en una subasta sindicada, la primera emisión de esta naturaleza desde febrero pasado. Lo que más llama la atención fue la alta demanda para esta emisión con 22.700 millones, lo que supone un récord para el Tesoro. Sin embargo, la rentabilidad del 5,4% fue bastante alta (la misma de hace casi un año) y en gran parte explica la demanda para los bonos.
Luis de Guindos no pudo contener su alegría. “Nunca en la historia del Estado español había habido ni una subasta, ni un sindicado, con tal volumen de demanda,” y añadió que “se han disipado las dudas” sobre el país ante los esfuerzos por reducir el déficit público.
Es cierto que el éxito del Tesoro demuestra más confianza internacional en la economía española. Sin embargo, el tipo de la colocación de 10 años equivale a una prima de riesgo de 383 puntos básicos con el bono alemán de 10 años, y Telefónica ha conseguido emitir a plazos similares con tipos inferiores a los del Reino de España.
Hay otras buenas noticias. El número de turistas en 2012 fue de 57,9 millones, el tercer mejor año registrado (59,2 millones en 2007 y 58,4 millones en 2006), el déficit por cuenta corriente en términos del PIB bajó el año pasado a alrededor del 2% (10% en 2007), gracias al empuje de las exportaciones y el bajón de las importaciones, y el Ibex-35, el índice de referencia de la Bolsa de Madrid, ha subido este año más que el Euro Stoxx 50, aunque partiendo a finales del 2012 del nivel más bajo desde 2003 y tras cerrar su tercer año consecutivo en rojo. El índice fue el único de los índices internacionales de referencia que bajó en 2012. ¿España ha pasado página en su largo camino hacia una recuperación? ¿Se aleja el fantasma del rescate?
Aunque estas noticias son positivas e importantes, no pintan mucho para la gran mayoría de la población, en particular para los 6 millones de oficialmente desempleados (casi 700.000 más que en 2011). El poder adquisitivo se hundirá en 2013, debido a la combinación del alza de precios (electricidad, combustible, transporte público y previsiblemente telefonía por la liberalización de la cuota mensual de Telefónica), impuestos y la contención de salarios y pensiones. Y la economía seguirá en recesión este año, después de contraerse el 1,3% en 2012. Ya llevamos 5 años de recesión (el crecimiento en 2011 era muy débil).
Así que estamos lejos de poder lanzar las campanas a vuelo. España necesita crecer a un ritmo de entre el 2% y el 2,5% para poder crear puestos de trabajo en términos netos. Este año se estima que la economía se contraerá el 1,3%, según la OCDE, y crecerá solo el 0,4% en 2014. La parte dinámica de la economía — la que exporta y ha invertido en negocios en el extranjero (gracias a Dios o a quien sea que este segmento existe, si no la situación sería mucho peor) — no es ahora, ni nunca será, capaz de crear los millones de puestos de trabajo que España necesita. ¿De dónde van a venir? ¿Del sector de la construcción como antes?
Lo más preocupante de la situación actual es la creciente percepción, debido a tanta corrupción y una impunidad aparente, que España tiene una casta, no una clase, política. Hace poco me encontré con un amigo diputado de Cuenca (da igual si es del Partido Popular o Socialista), la provincia donde tengo una casa en un pueblito desde el año 1976, y se me quejaba de que había salido de la Cortes después de muchas horas allí, y al poner pie en la calle un multitud de indignados gritaron insultos a él y a sus colegas. Me preguntó mi opinión y le dije que sentía simpatía hacia ellos. Me miró sorprendido. A mi lado, un distinguido sociólogo y columnista preguntó al diputado qué iba a hacer la clase política para mejorar la percepción. No sabía.
http://www.elimparcial.es/economia/la-crisis-en-espana-pasando-pagina-117664.html