Hay varias maneras de entender el alcance de la crisis inmobiliaria que tanto desempleo ha creado en el maldito sector de la construcción (más de un millón de desempleados difícilmente reciclables) y que ha contaminado todo el sector bancario.
Una es enfocarse en el número de pisos que Grupo Santander vendió en 2012: nada menos de 31.000 propios y de promotores, y 2.500 otros inmuebles. ¿Qué hace un banco vendiendo pisos? Pues sacándose de encimaun gran número de inmuebles que tenía contabilizados en su balance como adjudicados, muchas veces con grandes descuentos. Estas ventas hacen del Santander no uno,sino probablementela mayor agencia inmobiliaria en España.
La buena noticia de los resultados del Santander, un banco bien gestionado, es que en el año 2012 alcanzó un beneficio antes de provisiones de 23.559 millones de euros, aumentando por décimo año consecutivo y superando en un 34% al obtenido en 2008. Este beneficio, entre los mejores de los grandes bancos internacionales, es un buen indicador de la salud financiera a largo plazo y de la capacidad de un banco de generar dinero.
La mala noticia es que el impacto en el beneficio atribuido contable (el resultado final, después de provisiones) de los saneamientos inmobiliarios realizados en España y otras provisiones es de tal magnitud que este beneficio es de solo 2.205 millones, en comparación con 5.351 millones en 2011 y lejos de los 8.943 millones en 2009. Cuando las provisiones se normalicen algún día Santander volverá a la senda de beneficios fuertes.
Como explicó muy bien Alfredo Sáenz, el consejero delegado de Santander, en su admirablemente transparente presentación de los resultados esta semana, en el año 2012 el Grupo Santander dedicó 19.000 millones de euros para provisiones, con un esfuerzo especial en España y más en concreto parael saneamiento excepcional de sus eventuales riesgos inmobiliarios (6.140 millones de euros brutos).
Esas dotaciones provocan que el banco tenga pérdidas en Españaque se compensan con los beneficios en otros países, demostrando la sabiduría de la política de diversificación geográfica. Si a ellas se les añade las dotaciones realizadas en ejercicios anteriores, la resultante es que el Grupo Santander ha destinado desde el inicio de la crisis más de 23.000 millones a dotaciones específicas para insolvencias ypara el sector inmobiliario en España.
Son sumas difíciles de asumir por el ciudadano de la calle pero muy importantes para fortalecer un sistema financiera herido seriamente por la crisis y las tonterías de los gestores de unas cajas de ahorro, empezando con Bankia (hoy un banco comercial) cuyo antiguo presidente, Rodrigo Rato, bajo investigación por fraude, se ha incorporado a Telefónica como consejero asesor para Europa y América Latina en uno de los fichajes más vergonzantes que conozco. Como me dijo un amigo profesor en una escuela de negocios “va a suponer un coste reputacional muy duro, la gente ya está hablando de una empresa bananera.”
Otro notable impacto para el Santander es el significativo aumento realizado en fondos para cobertura, que unido con su estrategia de acelerar la reducción de los saldos inmobiliarios, hace que en términos netos el total de su exposición en España haya pasado de 24.900 millones de euros en 2011 a 12.500 millones en 2012, es decir, bajó 12.400 millones en un año, y 28.500 millones y un 69% desde 2008.
Con esta evolución la cobertura del total de la exposición inmobiliaria, incluyendo el riesgo vivo, se eleva hasta el 47% (frente al 22% en 2011 y 3% en 2008). El ratio de morosidad con finalidad inmobiliario ha subido desde el 17,0% en 2010 hasta el 47,7% en 2012, un buen indicador de hasta que punto los “buenos y responsables” bancos como el Santander han sido afectado por la crisis.
El ratio de morosidad del Santander en España, sin embargo, solo aumentó en este mismo periodo hasta el 6,7%, muy por debajo de promedio del sector bancario en España (casi el 12%).
Mientras tanto, se estima que el número de viviendas iniciadas en 2012 fue de solo 50.000, la cifra más baja en los últimos 40 años. Y no sorprende, dado la enorme cantidad de viviendas nuevas que aún no se han vendido (estimada en 675.000).
http://www.elimparcial.es//el-impacto-de-la-crisis-inmobiliaria-sobre-gruposantander-118010.html