¿Sentaría mal a la muy enferma economía británica un gobierno de coalición en un país donde no hay tradición de gobiernos de este tipo? El peculiar sistema electoral británico, con circunscripciones de un escaño que se atribuye el candidato más votado aunque no logre la mayoría de los votos, favorece a los dos grandes partidos, pero tal es el descontento con los laboristas de Gordon Brown y la falta de entusiasmo hacia los «tories» de David Cameron que los liberales-demócratas de Nick Clegg, según los sondeos, podrían captar suficiente escaños como para impedir la reelección de los laboristas o un gobierno conservador de mayoría absoluta.
Cameron ha intentado asustar a los votantes con argumentos del tipo de que la falta de una mayoría absoluta -para ellos, naturalmente- sería un desastre para el país. Ha dicho que esto generaría «incertidumbre, tipos de interés potencialmente más altos y la perspectiva de una bajada en la clasificación del crédito del Reino Unido». Basta ver la situación existente en otros y muy serios países para ver que esta afirmación es una tontería. De los 14 países que disfrutan de la clasificación máxima (AAA) por parte de las tres agencias de rating más conocidas (Fitch, Moody´s y Standard & Poor´s), nada menos que 10 tienen gobiernos de coalición o gobiernos minoritarios, incluyendo Alemania, Canadá, Suecia, Dinamarca, Finlandia y Holanda, y ninguno de ellos ha necesitado la ayuda del Fondo Monetario Internacional.
Un gobierno de coalición, sea de los «tories» o los laboristas con los liberales-demócratas (no veo factible «tories» y laboristas en la misma cama), seróa muy saludable para el desacreditado sistema político británico (golpeado por el escándalo de los gastos parlamentarios) y bueno para la economía. Los problemas económicos (déficit público y nivel de deuda pública aún peores que los de España) son de tal magnitud que hace falta un consenso amplio entre los partidos para resolverlos.
La entrada de los liberales-demócratas en el gobierno también traerá la posibilidad de ofrecer una cartera a Vince Cable, el portavoz económico de los liberales-demócratas y una de las pocas personas en pronosticar la crisis (en 2002, ¡hace ocho años!).
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-04-05-2010/abc/Opinion/el-falso-drama-del-gobierno-en-minoria_140122077951.html