Chipre:¿llega la hora de una partición negociada?

Los greco y turco chipriotas han vuelto a la mesa negociadora para intentar alcanzar la reunificación de Chipre, el único país de la Unión Europea que sigue dividido – por la Línea Verde de cuyo mantenimiento se ha ocupado la ONU desde la ocupación militar turca en 1974 (en respuesta a la violencia ínter comunal y un fallido golpe militar para incorporar Chipre en Grecia)-.

En el referéndum de abril de 2004, el Plan Annan, del anterior secretario general de la ONU, para reunificar la isla fue mayoritariamente rechazado por los greco chipriotas y abrumadoramente refrendado por los turco chipriotas. Luego, Mehmet Ali Talat, el presidente de la República Turca del Norte de Chipre (RTNC, no reconocida internacionalmente) y Demetris Christofias, el presidente de la República de Chipre (RC), intentaron llegar a un acuerdo durante casi dos años de negociaciones (71 reuniones). Las negociaciones de Christofias y Talat, ideológicamente más en sintonía que sus predecesores, fueron consideradas, particularmente por la comunidad internacional, como una “oportunidad única”. Y esta oportunidad se perdió.

Talat perdió en las elecciones presidenciales en abril pasado frente al más nacionalista Dervis Eroglu, cuyo Partido de Unidad Nacional había derrotado al Partido Republicano Turco de Talat en las elecciones legislativas de abril de 2009.

El mes pasado pasé cuatro días en Chipre con ambas comunidades. Hablé con Eroglu, Talat y prominentes greco chipriotas y otra vez las posibilidades de un acuerdo vuelven a ser mínimas si no nulas. El “blame game” (el juego de echarle la culpa al otro) continúa. En un briefing a embajadores en Nicosia a principios de junio, Alexander Downer, el enviado especial de la ONU para Chipre, dijo que le había llevado dos años entender que en Chipre decir “apoyo la negociación” es una frase que no significa nada.

El marco acordado para la reunificación es una federación “bi-zonal y bi-comunal basada en igualdad política con dos estados constituyentes, bajo un gobierno federal”. Christofias y Talat lograron algunos avances en el reparto de poder de las dos comunidades. Christofias y Eroglu han empezado a negociar el tema espinoso de la propiedad (las casas de ambas comunidades, particularmente las de los greco chipriotas en la RTNC en el norte de la isla, están ocupadas), pero sus respectivas posiciones son muy diferentes. Básicamente, los greco chipriotas insisten en que los dueños originales de las casas deben tener la última palabra en qué hacer con esta propiedades, mientras que los turco chipriotas se oponen a esto porque esto socavaría la bi-zonalidad, creando incertidumbre e ignorando los derechos de los actuales habitantes (que bajo la Convención Europea de Derechos Humamos tienen derecho a una vivienda).

Queda por resolver la tragedia del suburbio greco chipriota Varosha, el principal foco de atracción turística antes de la intervención militar turca en 1974 a las afueras de Famagusta en el RTNC. La población huyó al sur de la isla o fue forzada a hacerlo y hoy sigue siendo una zona fantasma bajo la jurisdicción del ejército turco (hay unos 30,000 soldados turcos en el RTNC). Sin embargo, este problema es mucho más fácil de resolver que el de las casas ocupadas porque nadie vive en Varosha y no habrá que desalojar a nadie.

La falta de progreso en reunificar a Chipre está afectando seriamente la marcha de las negociaciones de Turquía para entrar en la Unión Europea (UE), algo activamente apoyado por José Luís Rodríguez Zapatero. Ankara aún resiste implementar el protocolo firmado en 2005 y abrir sus aeropuertos y puertos al tráfico de los greco chipriotas, y así reconocer la República de Chipre, miembro de la Unión Europea desde 2004 (los acquis communautaire están suspendidos en la RTNC). Esto desbloquearía ocho de los capítulos de adhesión que Turquía tiene que negociar para unirse a la UE, pero Ankara afirma que no se moverá a menos que Bruselas cumpla su promesa de 2004 (poco antes del referéndum sobre la reunificación de Chipre) de aliviar el “aislamiento” económico de la RTNC.

La Presidencia española de la UE logro en las últimas horas de su mandato, que terminó el 30 de junio, abrir sólo un capitulo de adhesión para Turquía, lejos de la meta de cuatro capítulos anunciado por Miguel Ángel Moratinos, el Ministro de Asuntos Exteriores.

La ONU va a publicar en noviembre un informe sobre las negociaciones en Chipre y, si considera justo y conveniente el posible acuerdo de reunificación, culpará a quien sea por el fracaso del mismo. No sería una sorpresa que Downer se marchase y la ONU retirase su misión de buenos oficios en Chipre hasta que ambos bandos se muestren más dispuestos a llegar a un acuerdo (algo muy dudoso).

Y si después de tantos años ambas comunidades no pueden llegar al acuerdo de una federación bi-zonal y bi-comunal, entonces se acerca el momento de negociar una partición real con, quizás, terreno para el reconocimiento de la RTNC (Varosha, por ejemplo, podría volver fácilmente a los Greco Chipriotas).

Si ambos contendientes no quieren vivir juntos o si las metas de cada comunidad son inalcanzables, entonces, en lugar de forzar un nuevo matrimonio, deberían acordar un divorcio en términos amistosos.
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